sábado, 23 de enero de 2021

 ¿Cómo pudiste andar sin alma? Me había centrado en el ansia del puro deseo de desear.

Y ahora que sientes? He sentido de todo, y lo que más siento, es no haber sentido, aunque reconozco que no sentir no fue en vano, fue la causa y el efecto mismo de no quererme ver, de no quererme querer y llegar a verlo me resuelve el porque me centré en el deseo de todo, que no fue más que el deseo de nada camuflado por el ansia de toda la nada que veía como todo.

Cuál es tu meta hoy? Sostenerme sosteniendo, amar las equivocaciones que me trajeron de vuelta al único momento valido, ahora, y dejar de juzgarme tan duro para pasar a sentirme responsable.

Le hiciste daño a tu niña interior? Le hice daño si, al dejarla perdida en la idea de su libertad mientras la mantenía enjaulada lejos de la verdad, dándole caramelos de colores que destrozaban sus dientes camuflando mis dolores de adulta infantil para que con la boca llena no pudiera contarme cual era su pena, hasta que no le quedó dentadura para partir, y sola, solita y entre lágrimas amargas dijo basta, esto no es para mi. 


Y entonces la dejaste hacer? No, que va, la di la mano y la saqué de allí, es mi responsabilidad pues yo la metí al haberla dejado hacer, buscar la dulzura que la negué en el afuera, en el dulce sintético con el que la distraje ,y masticarlo con rabia al no verse nunca saciada, mi niña querida,  ahora la guío, aquí la tengo conmigo, aburrida a veces, pero atendida, cuidada, guiada ,no consentida, Querida.

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