Permito las Posibilidades

 Esos momentos en los que lo mejor que puedes hacer es no hacer nada por tu cuenta, y cuando digo por tu cuenta me refiero desde tu programación conocida.

 Adaptarse a la improvisación de la vida, para no repetir una vez mas las mismas acciones. Reconoces los momentos y permites que sucedan sin ti.
 
 Observas la tentación que crece de lanzarte de nuevo a aquello que ya sabes como resultará y la frenas, permites que suceda sin tu reacción lo que tenga que ser, sin tu intervención, sin lucha, no lo frenas. Recapacitas el miedo.

 Es ahí cuando entregas el momento al universo, y pides su visión y no la tuya. Nada cambia si no dejas de temer y vuelves una y otra vez a repetir lo conocido en lugar de abrirte a lo desconocido, a lo que está fuera de tu control. 

 Escuchas con atención y paras las respuestas prefabricadas, pues son estas las que no te permiten dejar ser lo nuevo, te protegen de ello y no necesitas protección.

 Dejo de ver lo exterior como realidad inmutable y me centro en la visión interior, permito las posibilidades.