jueves, 27 de abril de 2023

 MADURAR 


Esas personas a las que no le gustan los niños, son iguales que a las que no les gustan los animales. 


Puedes decidir tener hijos o no, tener animales o no, y aún así amar tanto a unos como a otros.


Pero si no te gustan sin duda hay algo oscuro en tu corazón , tu propia sombra, y puede ser el hecho de no reconocer tu propia inocencia como algo valioso, luminoso y amado, por lo que manifiestas Envidia hacia los inocentes. Alergia hacia tu propia inocencia.


Los niños crecen y a veces hay madres que los rechazan cuando dejan de ser sus niños pequeños, ésto crea en algunos adolescentes una herida de rechazo que puede derivar en adultos aniñados para seguir consiguiendo el amor de mamá, o en adultos rencorosos consigo mismos por no haber podido satisfacer a mamá.


 Simplemente  lo que se expresara  es un niño consentido,  que dio lugar a un adulto inmaduro, que sigue pensando que es un niño, y como ya no lo parece, vive en el resentimiento de que su cuerpo a crecido, un adulto negado, resentido del cuerpo adulto que ve en el espejo.


La falta de amor hacia la inocencia requiere de ti que crezcas, te responsabilices del niño que hay en ti, pares de darle caprichos que nunca le satisfacen, le reconozcas como inocente y por fin le des Amor. 


No puedes crecer y madurar, avanzar y elevarte, hasta que Te Ames Tú 

No hay comentarios:

Publicar un comentario