No soy nadie en verdad y soy todo, no soy alguien, eso no es lo que soy, eso es solo lo que creo ser.
 
Una interpretación improvisada al momento, una canción creada al ritmo de mi latido, con letra que parte del pensamiento y este, una sucesión de emociones traducidas en palabras para ser entregadas a la razón.
 
Parte de mi aquello que nace libre, abstracto, para ser puesto en el juego de la vida como algo preso, con forma, con nombre, sometido a reglas que uniforman aquello que no tiene en verdad aspecto. Una luz de candil cubierta por una pantalla calada con geometrías por las que se filtra transformándose en formas concretas, estrellada en las paredes, dando a la luz esas apariencias contenidas, limitadas por su morfología imaginaria, que aparenta crear con la luz las sombras.