miércoles, 24 de septiembre de 2014

De Aceptar y Soltar...

Aceptar la realidad es abrir los ojos y como siempre, juzgar lo que acontece, para seguidamente deshacernos del juicio siendo conscientes de ello y entender que todo tiene una razón que escapa a nuestro entendimiento del momento, pero que no por ello es malo ni bueno. Lo que no comprendo es tan perfecto como lo que creo comprender. Soy consciente de mi inconsciencia, me entrego al momento presente y continúo caminando sin expectativas, me permito vivir lo que vivo desde el amor que está más allá de mi y que por ello está justo en mi centro.


La aceptación es un proceso que no termina. La entrega va creando espacio, vacío ,y a cada pensamiento que se entrega debería haber una aceptación para que realmente se cumpla el proceso. Lo difícil es que esa entrega sea consciente, renunciar sabiendo que no hay perdida de algo real, de otro modo no podemos aceptar, sino que estamos resignándonos. Cuando te resignas pierdes tu poder, en vez de ir recuperándolo, lo que si se produce con la aceptación, de otro modo quedamos en espera de algo a cambio de lo que soltamos y eso deriva en frustración pues seguimos esperando de vuelta más de lo mismo, más mentira con la que seguir jugando al eterno papel de victima-verdugo. La aceptación nos permite ir abandonando el juego dual. Renunciar sin pedir nada a cambio, sabiendo que con ello nos abrimos a la verdad que está más allá de las expectativas del ego. Salir del juego.


Soltar es un proceso que necesita realizarse de modo consciente.Solo aceptamos cuando somos conscientes de que no perdemos nada, y podemos ser conscientes de ello a través de mirar atrás, recapitular experiencias y darnos cuenta de los ciclos, abrir los ojos. ¿Qué gané cuando luché por conseguir algo que parecía no darse? ¿Cómo llegaron a mi vida las experiencias que me aportaron felicidad, paz? ¿Cuál fue el resultado de mi empecinamiento? ¿Verdaderamente he perdido algo de valor real alguna vez? ¿Qué resultados me llegaron cuando mi estado era entusiasta sin fijar mi atención para ello en ninguna petición particular del ego? ¿Qué sucede cuando fluyo y doy lo que tengo para dar, lo que me nace sin esperar nada a cambió?.



Tantas veces buscamos ser tratados de un modo especial y cuando al fin lo conseguimos, lo único que queremos es ser tratados como uno más y tratar a cualquier otro como uno más. Necesitamos sentirnos especiales para al fin darnos cuenta de que en la igualdad esta la paz y la armonía, la unidad. Necesitamos experimentar para avanzar hacia el principio, desandar lo andado no es ir hacia atrás, es ir hacia lo infinito, deshaciendo barreras ilusorias volvemos al origen.

1 comentario:

  1. Deja huella escrita tu post Nieves, me gusta que sea así trabajarlo desde la consciencia la aceptación, también el otro polo es la resignación, efectivamente perdemos todo el poder.. es entrar ahí como dices en la división o en la dualidad, pero al aceptar no hay nada que perder y una frase que es preciosa y que es muy cierta es "abrir los ojos" no me gusta el papel de victima.

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